LA EDUCACIÓN EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Y SU APORTE AL DESARROLLO SOSTENIBLE

Índice

1- Introducción

2- Antecedentes de la educación para el desarrollo sostenible

3- La Educación en la DSI y su aporte al desarrollo sostenible

4- Desafíos del ODS 4

5- Conclusiones

6- Bibliografía

 

1- Introducción

La educación es uno de los valores que promueve la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), fundamentalmente por la misión de la Iglesia de ser madre y maestra. Cuando Naciones Unidas comienza a promover la sostenibilidad uno de los conceptos que propaga es “Educar para el desarrollo sostenible (EDS)”; asegurando que la manera más eficaz que la sostenibilidad sea conocida, practicada y difundida es por medio de la educación. La relación que tienen ambos conceptos son los principios que promueven en cuanto al hombre su dignidad, derechos y el cuidado del medio ambiente.

La (UNESCO) en su informe del 2022 muestra que la matriculación en la enseñanza primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños en edad de escolarización primaria siguen sin asistir a la escuela. La UNESCO en su Base de Datos Mundial sobre la Desigualdad en la Educación (WIDE) destaca la poderosa influencia de las circunstancias, como la riqueza, el género, el origen étnico y la ubicación, sobre las cuales las personas tienen poco control pero que juegan un papel importante en la configuración de sus oportunidades de educación y vida. Llama la atención sobre los niveles inaceptables de desigualdad educativa entre países y entre grupos dentro de los países (UNESCO, 2022).

La Comisión Económica de América Latina y el Caribe (CEPAL) en su informe sobre la inversión de educación, menciona que en América Latina hay 2,8 millones de niños (4,7% del total de niños) que no asisten a la escuela primaria; 2,6 millones (7,1% del total de jóvenes) que no asisten a la educación secundaria baja y 7,2 millones (22,8% del total de jóvenes) que no asisten a la educación secundaria alta (CEPAL, 2022; ECLAC/CEPALC, 2022).

Con estos datos se ve la necesidad de priorizar la educación; el Papa Francisco en su video mensaje con motivo del Simposio de Educación del año 2020 destaca “En nuestro tiempo, en el que el pacto educativo mundial se ha quebrado, veo con satisfacción que los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Naciones Unidas (ONU), en sinergia con el pacto global sobre la educación”.

En el mensaje de la Sra. Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO con motivo del Día Internacional de la Educación el 24 de enero de 2022 expresó “Hoy, cuando celebramos el cuarto Día Internacional de la Educación, nuestro mundo se encuentra en un punto de inflexión. Las flagrantes desigualdades, un planeta dañado, la creciente polarización y las devastadoras consecuencias de la pandemia nos plantean una decisión generacional: seguir por un camino no sostenible o cambiar radicalmente de rumbo.  La educación puede ayudarnos a resolver todos estos problemas, pero debe hacer frente a serios desafíos”.

En este sentido se observa la importancia de la educación tanto para la DSI y la ONU. Es relevante como desde la DSI y la Agenda 2030 se resalte el valor de la educación; evidentemente para que este tema no quede en el mero anhelo es necesario procurar las herramientas para asegurar que este cometido se lleve a cabo(ONU, 2015). Algunas herramientas son: el compromiso de los Estados en destinar presupuesto para asegurar la Educación de Calidad, contar con Políticas Educativas que incluyan los valores de la dignidad de la persona y la sostenibilidad, promover la formación continua de los docentes, contar con una planificación del proceso educativo, el control y evaluación de las políticas educativas y por último valorar el derecho y deber de los padres en la educación de los hijos.

2- Antecedentes de la educación para el desarrollo sostenible

El concepto de “desarrollo sostenible” deviene del desarrollo humano es la necesidad de elevar el desarrollo de la persona junto con la preservación del medio natural; fue definida por Doctora Gro Harlem Brundtland (1987). La ONU, define al desarrollo sostenible (Brundtland, 1987) como el desarrollo que satisface las necesidades presentes sin comprometer las necesidades o recursos futuros. Se considera que el desarrollo sostenible tiene tres componentes: medio ambiente, sociedad y economía. 

El desarrollo sostenible es un concepto amplio, en la Asamblea General de la ONU en Río en su Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo se establecieron Principios del Desarrollo Sostenible; donde los gobiernos e individuos han ponderado el significado del desarrollo sostenible con un listado de 18 principios de sostenibilidad. Entre ellos se pueden nombrar: las personas tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza; el desarrollo hoy día no debe socavar las necesidades ambientales y de desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Estos principios ayudan a comprender el concepto abstracto del desarrollo sostenible y comenzar a incluirlo (ONU, 1993).

Desde el momento que se instala el concepto de desarrollo sostenible por la Asamblea General de la ONU en 1987, se trabaja para promover el concepto de educación para apoyar el desarrollo sostenible (EDS).  Entre 1987 a 1992, la idea de desarrollo sostenible fue tomando consistencia junto con la EDS. En las Asambleas de la ONU se evidenciaba que la educación es la clave para el logro de la sostenibilidad. Quienes le dan mayor impulso y apoyo a la EDS son los sectores de los foros políticos, económicos internacionales  y no del sector educativo (Mckeown, 2002). 

Es así como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); desde 1992 ha promovido la EDS. Entre 2005 y 2014, coordinó el Decenio de las Naciones Unidas de la EDS, hizo el seguimiento del Programa de Acción Mundial sobre la EDS. La promoción de la EDS nunca ha sido más fuerte, que en este momento. Los temas que promueven son el respeto de la persona y el ambiente; cuestiones que requieren de forma urgente un cambio de los estilos de vida y una transformación de la manera de actuar y pensar. Estos ideales se logran con nuevas competencias, actitudes y conductas que conduzcan a sociedades más sostenibles. La educación debe acompañar a este cometido y redefinir objetivos y contenidos de aprendizaje pertinentes, introduciendo pedagogías que empoderen a los alumnos e instando a las instituciones a incluir los principios de sostenibilidad en sus estructuras de gestión (Mckeown, 2002).

La Asamblea General de Naciones Unidas, efectuada en septiembre de 2015, aprobó, a través de la Declaración de Jefes de Estado, la Agenda 2030 compuesta por los ODS. Con el objeto de mitigar los males que atraviesa la humanidad como es el cambio climático, la desigualdad económica, injusticias, la discriminación, entre otras prioridades(ONU, 2015).

Los ODS abordan desafíos mundiales cruciales para la supervivencia de la humanidad; fijan los límites ambientales y los umbrales críticos para el uso de recursos naturales; y reconocen que la erradicación de la pobreza debe ir a la par de estrategias que fomenten el desarrollo económico. Hacen referencia a una serie de necesidades sociales, que incluyen educación, salud, protección social y oportunidades laborales, y a la vez el cambio climático y la protección del medio ambiente (ONU, 2015).

Los ODS se enfocan en barreras sistémicas claves para el desarrollo sostenible, tales como la desigualdad, los patrones de consumo sostenible, la capacidad institucional débil y la degradación del medio ambiente. Para alcanzar los objetivos, todos tienen que cumplir con su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y todo ser humano en el planeta. Se espera que los gobiernos asuman su responsabilidad y establezcan marcos, políticas y medidas a nivel nacional para la implementación de la Agenda 2030.

En la Agenda 2030 se encuentran los 17 ODS, ellos son:

1. Fin de la pobreza – Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

2. Hambre cero – Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.

3. Salud y bienestar – Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.

4. Educación de calidad – Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

5. Igualdad de género – Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

6. Agua limpia y saneamiento – Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

7. Energía asequible y no contaminante – Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.

8. Trabajo decente y crecimiento económico – Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

9. Industria, innovación e infraestructura – Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

10. Reducción de las desigualdades – Reducir la desigualdad en y entre los países.

11. Ciudades y comunidades sostenibles – Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

12. Producción y consumo responsables – Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

13. Acción por el clima – Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

14. Vida submarina – Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

15. Vida de ecosistemas terrestres – Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.

16. Paz, justicia e instituciones sólidas – Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, proporcionar a todas las personas acceso a la justicia y desarrollar instituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles.

17. Alianzas para lograr objetivos – Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.

3- La Educación para el desarrollo sostenible y el aporte de la DSI

El Papa Francisco al referirse a la educación expresa “ La educación es un acto de amor porque es generadora de la vida y su pluridimensionalidad; educación arranca la persona de su mismidad, la ayuda familiarizarse con su interioridad, a ejercitar sus potencialidades, a abrirse la trascendencia. En segundo lugar, la educación es un acto de esperanza. Un acto de Esperanza que ayuda a romper ese círculo vicioso del escepticismo, de la increencia, de la cristalización de concepciones y actitudes contrarias a la dignidad del ser humano. En tercer lugar, la educación es un factor humanizador que ayuda a romper el individualismo, a apreciar las diferencias, no tolerar, apreciar las diferencias, a descubrir la fraternidad, a responsabilizarse por el medio ambiente”(Francisco, 2013, 2016b, 2016a).

La DSI considera la educación en los hombre esencial; esto lo expresa la En la Declaración “Gravissimum Educationis (2017)”  “Con la educación el hombre, es mucho más conscientes de su propia dignidad y deber, desean participar cada vez más activamente en la vida social y, sobre todo, en la económica y en la política; los maravillosos progresos de la técnica y de la investigación científica, y los nuevos medios de comunicación social, ofrecen a los hombres, que, con frecuencia gozan de un mayor espacio de tiempo libre de otras ocupaciones, la oportunidad de acercarse con facilidad al patrimonio cultural del pensamiento y del espíritu, y de ayudarse mutuamente con una comunicación más estrecha que existe entre las distintas asociaciones y entre los pueblos”.

En este sentido se puede observar que los valores que la DSI propone ser enseñado son los mismos propuestos por la ONU por medio de la sostenibilidad. La educación es central para la sostenibilidad. La EDS dista de la educación tradicional ya que se deben incluir los principios de la sostenibilidad en este sentido vale aclarar que la EDS no resta conocimientos a la educación tradicional todo lo contrario lo suma valores.

El Papa Francisco hace un gran aporte a la EDS en la encíclica Laudato si, hace un llamado de atención mundial para ayudar a la humanidad a comprender la destrucción que el hombre está causando al medio ambiente y a sus semejantes.  Esta encíclica, no sólo examina el efecto del hombre en el medio ambiente; sino también las numerosas causas filosóficas, teológicas y culturales que amenazan las relaciones del hombre con la naturaleza y del hombre entre sí en diversas circunstancias (Francisco, 2016b). El Papa Francisco declara el objetivo del documento: “En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todo”(2016b).

Se puede destacar que tanto la ONU como la DSI ven EDS importante y urgente; para que la misma sea exitosa se deben establecer elementos que sirvan para su aprendizaje.  Entre los elementos que se pueden nombrar son: contar con programas de contenidos que logren articular las condiciones ambientales, económicas y sociales de la localidad junto con su cultura. Otro elemento es la capacitación a los docentes sobre EDS. Además, se deben contar con los recursos edilicios, materiales y presupuesto adecuados a la enseñanza. La EDS fue descrita por primera vez en el Capítulo 36 de Programa 21. En dicho capítulo, se identificó cuatro principales impulsos para iniciar el trabajo de la EDS: (1) mejorar la educación básica, (2) reorientar la educación existente para abordar el desarrollo sostenible, (3) desarrollar el entendimiento y conciencia pública, y (4) ofrecer capacitación (Mckeown, 2002).

Otro aporte importante que hace la DSI al ODS es la importancia de la educación de los padres en el contexto de la familia “Uno de los desafíos fundamentales frente al que se encuentran las familias de hoy es seguramente el desafío educativo, todavía más arduo y complejo a causa de la realidad cultural actual y de la gran influencia de los medios de comunicación. Pero me parece muy importante recordar que la educación integral de los hijos es «obligación gravísima», a la vez que «derecho primario» de los padres. No es sólo una carga o un peso, sino también un derecho esencial e insustituible que están llamados a defender y que nadie debería pretender quitarles”. El Estado ofrece un servicio educativo de manera subsidiaria, acompañando la función indelegable de los padres, que tienen derecho a poder elegir con libertad el tipo de educación —accesible y de calidad— que quieran dar a sus hijos según sus convicciones. La escuela no sustituye a los padres sino que los complementa”(Francisco, 2016a).

La conferencia en Río de Janeiro aborda una serie de problemas actuales, los cuales tienen que estar enseñado en la EDS. Algunos de los problemas: Combate a la pobreza, Cambio de los patrones de consumo, Población y la sostenibilidad, Protección y promoción de la salud humana, Asentamientos humanos sostenibles, Toma de decisiones para el desarrollo sostenible, Conservación y Manejo de Recursos,  Protección de la atmósfera, Manejo sustentable de suelos, Combate a la deforestación, Combate a la desertificación y la sequía, Desarrollo sostenible de las montañas, Agricultura y desarrollo rural sostenible, Conservación de la diversidad biológica, Manejo de la biotecnología, Protección y manejo de océanos, Protección y manejo de agua dulce, Uso seguro de químicos tóxicos, Manejo de desechos peligrosos, Manejo de desechos sólidos y drenaje, Manejo de desechos radioactivos, Fortalecer el Rol de los Grandes Grupos Mujeres en el desarrollo sostenible, Niños y jóvenes, Indígenas, Asociaciones con ONGs, Autoridades locales, Trabajadores y sindicatos, Empresa e industria, Científicos y tecnólogos, Fortalecimiento del rol de los agricultores (ONU, 1993).

Es relevante resaltar que la EDS se enfoca en gran parte en los principales problemas sociales, económicos y ambientales que amenazan la sostenibilidad del planeta; haciendo una comparación con la DSI son las mismas realidades que promueven ser solucionadas con una mirada humana y cuidando el hombre y su dignidad. Pablo VI en la encíclica Populorum progressio, “destaca el desarrollo que debían tener los pueblos para salir del hambre, la miseria, las enfermedades endémicas y el analfabetismo; desde el punto de vista económico, eso significaba su participación activa y en condiciones de igualdad en el proceso económico internacional; desde el punto de vista social, su evolución hacia sociedades solidarias y con buen nivel de formación; desde el punto de vista político, la consolidación de regímenes democráticos capaces de asegurar libertad y paz”(Pablo VI, 1967).

Muchos de estos problemas clave se identificaron durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro y se incluyen en el Programa 21. Comprender y abordar estos problemas es un elemento central de la EDS, y los problemas que son relevantes localmente deben incluirse en cualquier programa relacionado con educar para la sostenibilidad. Este es el gran punto de coincidencia con la DSI que estudia al hombre en su realidad temporal y brinda sugerencias para resolver los problemas (UNESCO, 2016).

En la Declaración “Gravissimum Educationis” se resalta la importancia decisiva de la educación en la vida del hombre y como ella influye en el progreso social contemporáneo. A la hora de hablar de educación se hace referencia a la educación durante toda la vida, priorizando la educación que se brinda en los primeros años de vida pero que se debe prolongar durante toda la vida.

El Concilio “Vaticano II en Gaudium et spes” habla del derecho y deber que tiene el hombre a la educación.  En la Declaración “Gravissimum Educationis (1)”, se destaca el derecho a la educación de todos los hombres por su dignidad de persona; este derecho le da la característica de inalienable, que responda al propio fin, al propio carácter (Ecuménico, 2017). Como se puede observar la Iglesia propone una formación de la persona humana en orden a su fin último; en este paralelismo se puede ver la relación que tiene con la EDS.

4- Desafíos del ODS 4

Los ODS son universales, transformadores e inclusivos, describen los principales desafíos de desarrollo para la humanidad. La finalidad de los 17 ODS es garantizar una vida sostenible, pacífica, próspera y justa en la tierra para todos, ahora y en el futuro. En pos de alinear los principios de la sostenibilidad que se venían definiendo en las diferentes Asamblea de la ONU y la importancia que cobra la EDS; uno de los 17 ODS es Educación de Calidad (ODS 4).

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ODS 4: “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos” y sus metas conexas; como se observa la ONU y en definitiva el mundo ha establecido una agenda de educación universal ambiciosa para el periodo de 2015 a 2030. Se deben desplegar todos los esfuerzos posibles para garantizar que, esta vez, se consigan el objetivo y las metas.

En esta dirección el Papa Francisco destaca el papel transformador de la educación, tanto de las personas como del mundo. La falta de educación ha llevado a la humanidad a perder el sentido de la fraternidad y el respeto por el medio ambiente sus consecuencias son el egoísmo y la cultura del descarte. Esta situación se revierte con la educación, elemento generador del cambio y promotor de la libertar. En palabras del Papa Francisco: “La restauración de la humanidad reconciliada consigo misma y con el planeta sólo será posible a través del servicio educativo que brindarán muchos actores: familia, gobierno, instancias de la sociedad” (Ecuménico, 2017; Francisco, 2016b).

El ODS 4 es el resultado de un amplio proceso de consultas impulsado y liderado por la ONU, con el apoyo de la UNESCO y otros asociados. Este proceso desembocó en la Declaración de Incheon, que fue aprobada el 21 de mayo de 2015 en el Foro Mundial sobre la Educación de ese año, celebrado en Incheon (República de Corea). La Declaración de Incheon (2016)representa el compromiso de la comunidad educativa en favor del ODS 4-Educación 2030 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ya que reconoce la función esencial que desempeña la educación como uno de los principales motores del desarrollo.

El Marco de Acción ODS 4-Educación 2030, que brinda indica la manera de llevar a la práctica, en los niveles país/nacional, regional y mundial, el compromiso alcanzado en Incheon. Tiene por finalidad movilizar a todos los países y asociados en torno al ODS 4, relativo a la educación propone las maneras de coordinarlo, financiarlo y realizar su seguimiento, con miras a garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos. Además, plantea posibles estrategias que podrían servir de base a los países para elaborar planes y estrategias contextualizados, tomando en consideración las distintas realidades, capacidades y niveles de desarrollo de los países y respetando las políticas y prioridades nacionales (UNESCO, 2016).

La agenda sobre educación renovada que engloba el ODS 4 es amplia, integral, ambiciosa, llena de aspiraciones universales; se inspira en una visión de la educación que transforma las vidas de las personas, las comunidades y las sociedades, sin dejar a nadie rezagado. La agenda retoma los aspectos inacabados de los objetivos EDS, al tiempo que hace frente eficazmente a desafíos mundiales y nacionales en materia de educación, tanto actuales como futuros(UNESCO, 2016).

Además, reposa en los derechos y aplica un enfoque humanista de la educación y el desarrollo, basado en los principios de derechos humanos y dignidad, justicia social, paz, inclusión y protección, así como de diversidad cultural, lingüística y étnica y de responsabilidad y rendición de cuentas compartidas. En este punto se puede observar el paralelismo de los ODS y la DSI(ONU, 2015; Pablo VI, 1967).

Un aspecto a resaltar son los antecedentes en los que se fundamentan los ODS; los principios propuestos provienen de instrumentos y acuerdos internacionales, incluidos el Artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza en la Convención sobre los Derechos del Niño, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación en situaciones de emergencia.

4-1 Principios ODS 4:

• La educación es un derecho humano fundamental y un derecho habilitador.

• La educación es un bien público, cuyo principal garante es el Estado.

• La igualdad de género está estrechamente relacionada con el derecho a la educación para todos.

El objetivo global del ODS 4 es garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos. Visión, justificación y principios. En estos puntos se observa cómo se resalta la dignidad de la persona principio rector de la DSI.

Los principios del ODS 4 la DSI aporta la importancia de la educación de los padres; en la Exhortación Apostólica Querida Amazonía del Papa Francisco, menciona a los pobres al referirse a la educación que se les debe ofrecer para desarrollar sus capacidades y empoderamiento. La educación debe ser  adecuada para cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir (Francisco, 2020b).

La educación ocupa un lugar primordial en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y es esencial para el logro de todos los ODS. Reconociendo el importante papel que desempeña, en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se pone de relieve la educación como un objetivo en sí mismo (ODS 4); además, se integran metas sobre educación en varios ODS más, en especial los que se refieren a la salud; el crecimiento y el empleo; el consumo y la producción sostenibles; y el cambio climático. Ciertamente, la educación puede acelerar los avances orientados a conseguir todos los ODS y, por ende, debe formar parte de las estrategias para alcanzar cada uno de ellos.

El Papa Francisco, habla de las personas y el medio ambiental pero es una enseñanza que surge de las Escrituras, de la tradición de la Doctrina Social Católica, no es el primer Papa que aborda cuestiones medioambientales. El Papa Juan Pablo II enseñó sobre el deber de custodiar la naturaleza (1991) en la encíclica Centesimus Annus. Además, la Centesimus Annus perfiló la relación entre la ecología natural y la «ecología humana, primoreando el concepto de ecología integral de la Laudato Si’. En la misma dirección el Papa Benedicto XVI se hizo eco de estas mismas enseñanzas en su encíclica Caritas in Veritate(2009).

4-2 Finalidad del ODS 4:

1. Asegurar que todos los niños y jóvenes tengan educación primaria y secundaria inclusiva y equitativa de calidad, que sea gratuita y financiada con fondos públicos.
2. Garantizar la equidad y la inclusión en la educación y mediante ella, y hacer frente a todas las formas de exclusión y marginación, disparidad, vulnerabilidad y desigualdad en el acceso a la educación, la participación en ella, su continuidad y su finalización, así como en los resultados del aprendizaje.
3. Un elemento fundamental del derecho a la educación consiste en garantizar que la calidad de esta permita obtener resultados del aprendizaje pertinentes, equitativos y eficaces en todos los niveles y entornos. La calidad de la educación supone, por lo menos, que los alumnos adquieran competencias básicas de lectura, escritura y cálculo.
4. Los métodos y contenidos pertinentes de enseñanza y aprendizaje; sean impartidos por docentes con calificaciones, formación, remuneración y motivación adecuadas, que utilicen enfoques pedagógicos apropiados y que cuenten con el respaldo de tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
5. El derecho a la educación comienza con el nacimiento y continúa a lo largo de la vida. Por esta razón, el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida guía.

El Marco de Acción tiene tres secciones (UNESCO, 2016). En la Sección I se define la visión, la justificación y los principios del ODS 4-Educación 2030. En la Sección II se describen el objetivo mundial relativo a la educación y sus siete metas conexas y tres modalidades de aplicación, así como posibles estrategias. En la Sección III se propone una estructura para coordinar los esfuerzos mundiales en materia de educación, así como mecanismos de gobernanza, supervisión, seguimiento y examen. Por otra parte, se analizan maneras de garantizar que el ODS 4 cuente con una financiación adecuada, y se presenta un esbozo de las alianzas necesarias para hacer efectiva la agenda en los niveles país/nacional, regional y mundial.

4-3 Metas y estrategias indicativas ODS 4

Las metas del ODS 4-Educación 2030 son concretas y cuantificables, y contribuyen directamente al logro del objetivo global. Reflejan una ambición de alcance mundial que deberá alentar a los países a esforzarse por acelerar los avances.

Los esfuerzos de los países impulsarán el cambio, el cual reposará en alianzas y financiación adecuadas, que contarán con la participación de múltiples partes interesadas. Se espera que los gobiernos conviertan las metas mundiales en metas nacionales realistas, basadas en sus prioridades educativas, sus estrategias y sus planes nacionales de desarrollo, la organización de sus sistemas educativos, su capacidad institucional y la disponibilidad de recursos.

Para ello es necesario establecer indicadores intermedios adecuados (por ejemplo, para 2020 y 2025) mediante un proceso inclusivo de total transparencia y real rendición de cuentas. Se pueden fijar indicadores intermedios para cada meta.

METAS:

Meta 4.1: De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.

Meta 4.2: De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria.

Meta 4.3:  De aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una  formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.

Meta 4.4: De aquí a 2030, aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.

Meta 4.5: De aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad.

Meta 4.6: De aquí a 2030, asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.

Meta 4.7: De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.

4-4 Medios de Aplicación

Meta 4.a: Construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad; de esta manera ofreciendo entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos.

Meta 4.b: Aumentar a nivel mundial el número de becas disponibles para los países en desarrollo, a fin de que los estudiantes puedan matricularse en programas de enseñanza superior, incluidos programas de formación profesional y programas técnicos, científicos, de ingeniería y de TIC’s .

Meta 4.c: Aumentar la oferta de maestros calificados, entre otras cosas mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.

Financiamiento

En la Cumbre de Oslo sobre Educación para el Desarrollo (2015) y la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (2015) se afirmó que es necesario incrementar considerablemente la financiación para conseguir el ODS 4.

La ejecución plena del ODS 4, requiere una financiación sostenida, innovadora, bien orientada y acuerdos eficaces de aplicación. Esto lo deben garantizar los países más alejados de conseguir la educación de calidad. Reconociendo los desafíos en materia de financiación y recursos, en la Cumbre de Oslo se creó la Comisión Internacional sobre la Financiación de las Oportunidades para la Educación Mundial.

5- Conclusiones

Tal y como se ha desarrollado en todo el artículo la educación es uno de los valores más importante para la DSI y la ONU. La educación es la clave para cambiar la sociedad actual, garantizar el respeto y cuidado de la persona de su dignidad y el medio ambiente; de esta manera poder alcanzar los ODS.  En palabras del Papa Francisco en Laudato si’ “todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo”.

La DSI y el 4° ODS sostienen que la educación colabora a la supervivencia y progreso de las sociedades; es una inversión que lucha contra el hambre, pobreza y desnutrición, tendiendo al desarrollo socioeconómico(Francisco, 2016b, 2016a; UNESCO, 2017). Cuando las personas pueden acceder a una educación de calidad, pueden escapar del ciclo de la pobreza. En este punto la DSI; va más allá alegando que “la educación es la respuesta contra la pobreza, porque un niño o niña que acude a la escuela va a contar con herramientas y oportunidades de futuro adquiriendo conocimientos que luego decantarán en su familia, hijos, trabajo, sociedad es decir en mejor calidad de vida. Es un círculo virtuoso”. (Francisco, 2016b).

La educación es un vector hacia la paz, la participación ciudadana y democrática; es decir empodera a las personas para llevar un estilo de vida saludable y sostenible. Cuanto más educada es una población, menos esclava es de regímenes autoritarios o déspota; es más tolerante entre los ciudadanos asegurando sociedades pacíficas. La educación actúa modificando los comportamientos sociales y fortaleciendo modos de producción y consumo más sustentables. Por consiguiente, la educación contribuye a reducir las desigualdades y a lograr la igualdad de género. La educación reduce la desigualdad. En palabras del Papa Francisco en el Discurso a la Congregación de Educación Católica (2020a): “la educación es un acto de amor, esperanza y un factor humanizante del mundo”.

Tal es la importancia de la educación que los gobiernos le deben dar prioridad en las políticas, recursos financieros y las prácticas; asegurando la educación de calidad inclusiva y equitativa para los niños, jóvenes y adultos, al mismo tiempo que promueve oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos. El ODS 4; contribuirá a un progreso histórico de la educación, se deben desplegar esfuerzos adicionales, innovadores y sostenibles para velar por que la educación transforme vidas en el mundo. El éxito del ODS 4 depende de todos y es necesario nuestro compromiso.

La Agenda 2030 desde que se creó, ha proporcionado un modelo para una prosperidad compartida en un mundo sostenible: un mundo en el que todas las personas puedan llevar una vida productiva, vibrante y pacífica en un planeta sano. Falta un poco para llegar al 2030 y la pregunta es:  “estamos adoptando las medidas para el logro de los ODS”.  Es de destacar que ya hemos visto cómo la Agenda 2030 ha logrado reunir a grupos dispares para trabajar juntos en objetivos comunes. La cooperación internacional en materia de cambio climático, migración, tecnología, comercio y la alianza de todas las partes implicadas puede fortalecerse aún más con la facilitación del sistema de la ONU. Todavía estamos a tiempo de lograr los ODS si actuamos ahora y lo hacemos juntos.

 

6- Bibliografía

Benedicto XVI, P. (2009). Caritas in veritate. En Carta Encíclica. https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-veritate.html

Brundtland, G. H. (1987). Our Common Future—Call for Action. Environmental Conservation, 14(4), 291-294. https://doi.org/DOI: 10.1017/S0376892900016805

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